lunes, 7 de julio de 2014

Un viejo topónimo medieval de Guadarrama: Navarrulaque

Escribía en alguna parte el lingüista vasco Koldo Mitxelena que los nombres propios en realidad no quieren decir nada, sino que se limitan a designar. Pero no es menos cierto que la etimología, la búsqueda del sentido y origen último de los nombres, es una actividad a la que los seres humanos nos solemos entregar con verdadera pasión, sobre todo cuando un nombre, especialmente un topónimo, resulta ininteligible. 

La Pradera de Navarrulaque, en las faldas meridionales de Siete Picos, en Cercedilla, es un grato lugar bien conocido por los montañeros de Madrid, y como buen topónimo ininteligible ha suscitado una intensa fiebre etimologista, en la que, como siempre que hay que explicar cualquier nombre raro, el euskera suele ser un expediente muy socorrido. En realidad, en la Sierra de Guadarrama es mucho más fácil encontrar un topónimo que pueda relacionarse con el sánscrito o el gaélico que con el euskera, lo que puedo asegurar no es ninguna exageración, sino una cuestión de puro parentesco lingüístico. No obstante, el escollo se suele salvar recurriendo a las consabidas repoblaciones medievales, muy útiles a la hora de justificar la presencia de pretendidos topónimos vascos, como se puede comprobar en la entrada de la imprescindible Wikipedia a la localidad también serrana de Lozoya. En el caso del nombre que nos ocupa, ha añadido aún más confusión el nombre de los Aurrulaques, que querría decir nada menos que "nuestros montes", como se puede ver en la reseña que El País dedicaba al de 1996. Esta costumbre de sacarles disparatadas etimologías vascónicas a topónimos castellanos sospecho que obedece a razones sociológicas, y puede que hasta políticas, en las cuales no tengo demasiadas ganas de entrar, que no anda el horno para que le acusen a uno de nada, pero que no deben andar muy lejos de la Vasconia españolísima de monseñor Zacarías de Vizcarra y Arana.


En realidad, Navarrulaque -o Navarrolaque, como sale en algún mapa antiguo y hasta hace poco decían los mayores de Cercedilla- es un nombre tan romance y castellano como la inmensa mayoría de la toponimia tradicional de Guadarrama, si se exceptúa algún que otro que, a falta de otra cosa, suele ser etiquetado de "prerromano" y de otro tanto, tampoco demasiado, de toponimia árabe. Por supuesto, no entro en la cuestión del origen de nava, ya que si bien es una palabra no desconocida en euskera, ni la baja frecuencia de uso en esta lengua, ni el número muy discreto de los topónimos vascos que la contienen, que además raramente suelen ser transparentes (Nabaskoze - Navascués, Nabatz....) creo que puedan explicar la superabundancia de topónimos en Nava- del Sistema Central, que alcanza sus máximas cotas en Gredos.

Creo que puede defenderse sin demasiado problema que Navarrulaque / Navarrolaque procede sin más de un topónimo medieval que habría sido la Nava de Ruy Velázquez, aunque curiosamente si habría una cierta relación con lo vasco, dado el origen probablemente vasco de los antropónimos Vela, Bela, V(e)lázquez... luego ampliamente extendidos por tierras castellanas. 

Gracias al Libro de la Montería mandado componer por Alfonso XI de Castilla sabemos que la Garganta del Río Moros o del Espinar, ya en la provincia de Segovia pero a tiro de piedra de la Fuenfría, donde está Navarrulaque, era conocida en el siglo XIV precisamente como Garganta de Ruy Velázquez: La Garganta de Ruy Velazquez es muy buen monte de oso en verano, et de puerco en invierno. Et son las vozerías, la una desde Monton de Trigo por el collado de la Chiva fasta el puerto de la Tablada... El nombre seguía en uso a mediados del siglo XV, pues aparece en 1452 como Garganta de Ruy Vázquez en las ordenanzas que Enrique IV -aún príncipe heredero- dispuso para proteger los pinares de Guadarrama del exceso de tala. Una cruel paradoja de la historia es que la inmensa mayoría de los bosques que el infortunado Trastámara quiso proteger hace cinco siglos y medio, y que aún llevan los mismos nombres o muy similares a los de las ordenanzas, hayan quedado sin protección a pesar de la cacareada declaración de aquellas montañas como Parque Nacional.

El tal Ruy Velázquez no sería tanto el felón que vende a los Siete Infantes de Lara en la leyenda medieval castellana, sino uno de esos caballeros quiñoneros segovianos que repoblaron y explotaron estas tierras en el Medievo. De creer a José de Rojas y Contreras y su Historia del Colegio Viejo de S. Bartholomé de la Célebre Universidad de Salamanca (Madrid, 1768), Ruy Vázquez de Arce habría sido uno de los fundadores de El Espinar en 1260, quien "dió al Concejo del Espinar todo el término que corre hasta el puerto de Guadarrama, y confina con los pinares, que oy conservan el nonbre de Garganta de Rui Vazquez" (tomo II, pág. 931), testimonio de al mediar el siglo XVIII el nombre aún no había caído en el olvido -en realidad, como pretendo demostrar, nunca desapareció del todo. No se trata, por otra parte, del único lugar que llevó el nombre del prohombre medieval, pues en las ordenanzas realizadas por el Concejo de Segovia en 1302 para que los caballeros, escuderos, damas y doncellas de la ciudad repoblasen las tierras de la vertiente meridional de Guadarrama, publicadas por la historiadora María Asenjo, aguas abajo del río Guadarrama, ya cerca de Calatalifa, estaban los molinos de los hijos de Ruy Blasquez.

Retomando la cita de Mitxelena con la que abría este post, la vieja Nava de Ruy Velázquez no es el único topónimo medieval de Guadarrama que terminó por resultar tan ininteligible que en efecto en tiempos se ha limitado a designar un lugar sin querer ya decir realmente nada, puesto que en el propio Libro de la montería tenemos el Monte de Don Galindo, luego reducido, como es sabido, a Mondalindo, mientras que la Val de Infierno, sobre Lozoya, es hoy el arroyo de Valdierno.

3 comentarios:

  1. Muy interesante y documentado. Es cierto, lo de buscar etimologías euskericas en toponimias mas o menos "raras" viene de lejos en el tiempo. En cambio poco he leído (no diré que no se haya escrito) sobre la abundancia del toponimio "vasco" y de apellidos que incluyen "vasco" o derivados, como el del autor de Os Lusiadas. JAE

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    1. Los der l autor O Lusiadas es broma, claro , pero no tanto si cambiamos por su personaje principal el primero que llegó a la India por la ruta del Cabo.JAE

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    2. Muchas gracias por el comentario. El nombre de Vasco da Gama es con gran seguridad uno de los que derivan de Belasco, Blasco.. Era conocido también en Castilla, y de hecho hubo en tiempos de Enrique IV un tal Vasco de Contreras que les dio bastante guerra a los segovianos en aquella época de anarquía e inseguridad. Por otra parte, hasta el siglo XIX en castellano no se usó apenas "vasco" como gentilicio en el sentido moderno.

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